Estudios recientes indican que el 100% de quienes son centro de atención en reuniones sociales, sexan al retirarse de las mismas. Somos tímidos y torpes por naturaleza. Solemos permanecer en silencio mientras algunos elegidos toman el centro y hablan, tanto de física cuántica como de villanas de Disney, con la misma seguridad que brinda el saber. Mientras nosotros nos quedamos mascullando en un rincón que nos fascinaría ser el centro de atención y ser observados por un público que asienta admirado cada vez que aportemos algún dato de color sobre el tema en cuestión. Como sospechará el lector, no basta con hablar con seguridad y confianza, sino que hay que decir cosas congruentes y acordes al contenido. Palabras, ideas, metáforas que aporten a la cuestión. Para, básicamente, no quedar como un pelotudo. Hasta ahora las gafas inteligentes dependían de un usuario ingresando los términos a buscar. Cosa que nos impedía oír el tópico en desarrollo llegando tarde al querer aportar algo
Aquí guardamos las cosas que vamos encontrando