Un reciente desarrollo de los técnicos de THEEO logró una aplicación que se excusa por nosotros para que podamos evadir las consecuencias de nuestros actos
Una verdad indiscutible es que todos mentimos. y lo hacemos para sacarnos de encima la desagradable sensación de enfrentar nuestra responsabilidad. Apelamos a mentiras para no hacernos cargo de lo que hicimos o, incluso, de lo que haremos.
Basta con mirar la televisión, o salir a dar una vuelta por la calle, para ver que la excusa es lo que prima, que lo que antes no estaba bien visto (no hacerse cargo de la consecuencias de sus propios actos), hoy es la norma.
Este tipo de evento -la excusa- fue siempre extremadamente difícil de emular por un computador, ya que no alcanza con programar una serie de frases mentirosas al azar esperando que cuadren en la situación que el usuario está pasando. Un ejemplo de eso es que las bolas ocho mágicas solo ofrecen respuestas limitadas.
Nos explica el filósofo ecuatoriano Gordon Delgado: “en la excusa, la mentira debe estar arraigada a la verdad y estas últimas mantener una relación de fuerzas con la realidad objetiva, ¿cachas lo que te digo?”
El cerebro humano procesa la información necesaria para dar una excusa en menos de lo que dura un parpadeo (170 ms tarda el cerebro en definir excusa mientras que un parpadeo promedio dura 350 ms, dependiendo de la proporción lagrimal). Los computadores son mucho más lentos.
Nos dice Arroba Élguion Bajoflaco, ingeniero jefe del Comando PRIMO:
Al computador se le volvía imposible pasar el límite de la mentira, ya sean éstas piadosas, destructivas o dañinas. Basta para eso ver un computador jugando al truco o al póquer. Pues eso se acabó. Sí, se acabó.” (rompe una silla y continúa) Según un estudio de la universidad de Tel Aviv sobre el desarrollo de nuevos polígrafos (detectores de mentiras), es posible identificar una mentira con el 100% de efectividad teniendo una inteligencia artificial que coteje los datos de la respuesta con los datos de la big data. La inversa de este método es el que ha sido utilizado para crear la excusa perfecta con EXCUSAPP.”
La ciencia ficción nos hizo creer que las máquinas no mienten. La realidad, una vez más, la ha superado.
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