A todos nos pasa que, como decía el Dante: “elli avea del cul fatto trombetta” (y tenía el culo hecho una trompeta). Eso no es problema si estamos solos, pero cuantas veces, estando en una reunión o adulando a alguien románticamente, nos agachamos a levantar, pongamos un almohadón, y quedamos en ridículo para siempre, incluso portando apodos eternos como “flatulín” o “trompetita”
Los ingenieros de THEEO, luego de varios testeos (perdón el juego barato de palabras), diseñaron un dispositivo que alerta que se viene la hecatombe. Así, sin ser advertidos, podernos retirarnos a lugar seguro y desgraciarnos tranquilamente.Vientos de cambio
La Flatulencia (o viento del vientre) es un proceso biológico natural y, por término medio, una persona peda alrededor de quince veces cada día. La ventosidad es causada por pequeñas cantidades de aire tragado y como resultado de los gases producidos cuando las bacterias rompen la comida en las tripas. Sin Embargo, la flatulencia excesiva puede llegar a ser embarazosa.Muchos han tratado por años de evitar que el cuerpo se deshaga de sus gases naturales sin éxito. Desde los Laboratorios THEEO se decidió encarar un enfoque diferente a este problema. Visto que la flatulencia es un proceso natural del organismo y evitarlo puede traer contraindicaciones, se pensó en una manera de lograr un sistema que por lo menos le avise al individuo con cierto tiempo de antelación antes de que el hecho ocurra y así poder movilizarse discretamente hacia un lugar más adecuado para esta polución natural.
Para eso los investigadores tuvieron que lograr alguna forma de comunicación con las bacterias que rompen la comida. Los resultados de la investigación develaron que 30 segundos antes de una flatulencia las bacterias se comunicaban entre ellas con vibraciones parecidas al sonido audible. Esta ondas tenían mucha similitud a el sonido que hace un grupo de hinchas ante una jugada de gol. A partir de ahí el proceso fue sencillo.
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